El director de dicha institución y experto en reproducción humana, Julio Dueñas, estimó que el 6 por ciento de las personas que acuden a los gimnasios consume esas sustancias, y el 75 por ciento de hombres dedicados a la mejora y el moldeamiento corporal ha usado en algún momento dicho estimulante.
“Esta realidad evidente ha logrado aumentar los problemas de infertilidad por el consumo excesivo de anabolizantes”, señaló el especialista.
Explicó que los esteroides pertenecen al grupo de los anabolizantes androgénicos esteroideos, que son derivados de la testosterona (hormona sexual masculina). La testosterona es una hormona segregada por los testículos del hombre. Su efecto anabólico es producto de la retención de nitrógeno por parte del tejido muscular.”
Agregó que los anabólicos esteroides se utilizan para obtener fuerza y aumentar masa muscular.
“Al consumir esteroides anabolizantes, el testículo deja de producir testosterona porque existe una administración externa de ese derivado hormonal. Ello impide que la calidad del espermatozoide sea normal.”
Dueñas refirió que el consumo de los esteroides anabolizantes es excesivo si las dosis de testosterona utilizadas por los consumidores varía entre 10 y 100 veces más que las dosis empleadas con fines médicos, lo cual resulta perjudicial porque los testículos ya no cumplen con su función.
En ese sentido advirtió que ante la llegada del verano su consumo sería mayor debido a la búsqueda constante de un cuerpo estéticamente admirado.
Comentó que estudios realizados en hombres consumidores de los esteroides después de usarlos por un promedio de dos años mostraron cambios en los niveles de hormonas masculinas, el tamaño testicular y la cantidad de espermatozoides que producían.
“Estos cambios ponen en peligro la fertilidad masculina y su salud, dado que se crea una reducción notoria del colesterol bueno en la sangre”, subrayó Dueñas.
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